Recopilamos 10 consejos para evitar la gastroenteritis, una enfermedad que produce diarrea y vómitos y provoca deshidratación. Aunque normalmente solo dura unos días, es muy molesta y puede ser peligrosa para niños y mayores.
La gastroenteritis es una enfermedad que consiste en la inflamación del estómago y los intestinos. Sus síntomas son muy conocidos: vómitos y diarrea, aunque también puede producir fiebre, escalofríos o dolor de cabeza.
Por lo general, la gastroenteritis dura unos pocos días y desaparece sola, sin necesidad de acudir al médico. Los vómitos aparecen durante aproximadamente un día, mientras que la diarrea se mantiene algún tiempo más. A veces, hace falta una semana completa para volver a la normalidad. No obstante, si los síntomas son muy agudos o aparece fiebre alta, es recomendable ir al médico.
Aunque no es una enfermedad grave para la mayoría de la gente, es especialmente molesta y obliga a descansar. Su consecuencia más peligrosa es la deshidratación, por lo que los líquidos son las principales armas contra ella. Hay algunas personas que son más vulnerables a la deshidratación, como los bebés, los ancianos o las personas inmunodeprimidas. Así pues, es muy importante vigilar la toma de líquidos durante la enfermedad: infusiones, caldos, suero oral…
Higiene, la clave para evitar la gastroenteritis
Hay diversos tipos de gastroenteritis, según qué la produzca: viral, bacteriana, parasitaria, tóxica… Es decir, podemos enfermar por un virus, una bacteria, un parásito o por alimentos o agua contaminados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la bacteria Campylobacter es la causa bacteriana más frecuente de gastroenteritis en el mundo, aunque también son comunes los brotes producidos por el norovirus o el parásito Giardia lamblia.
Cuando hay un brote de gastroenteritis, suele ser por comida contaminada por un virus o un parásito. Las personas contagiadas pueden transmitirlo incluso después de haberse curado. Por eso, los mejores consejos para evitar la gastroenteritis tienen que ver con la higiene y los alimentos.
- Lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de cocinar. La contaminación de alimentos es una de las principales causas de contagio. Por eso, el primero de los consejos para evitar la gastroenteritis es tener siempre limpias las manos, pero más aún cuando vayamos a manipular la comida. Si tocamos un alimento contaminado y después nos llevamos las manos a la boca, el virus o la bacteria llegará al estómago.
- Cuidar la higiene de las superficies. Ya que tenemos las manos limpias al cocinar, también tiene que estarlo el lugar donde dejemos la comida. Igualmente, es importante vigilar la limpieza de objetos que se toquen muy a menudo, como las manillas de las puertas del baño. Para todas esas superficies, hay que utilizar agua caliente y jabón o una pequeña dosis de lejía, que eliminarán cualquier microbio dañino.
- Mantener la hidratación. La deshidratación es el principal riesgo de esta enfermedad. Siempre es imprescindible mantener unos buenos niveles de hidratación, pero más aún si se empiezan a tener síntomas. Si enfermas, lo ideal es tomar líquidos regularmente, pero poco a poco. Cuando se tienen vómitos, beber mucha cantidad de una sola vez puede producir más.Aunque mucha gente utiliza bebidas deportivas (tipo Aquarius) para combatir la deshidratación durante la gastroenteritis, es mejor optar por líquidos naturales: caldos, infusiones… y, por supuesto, suero oral, que se puede comprar en la farmacia o hacerse en casa.
- Cuidar la conservación de los alimentos. Es muy importante refrigerar bien los alimentos y no romper la cadena de frío. Por eso, hay que conocer qué espacios de la nevera son más adecuados para cada tipo de producto. Por ejemplo, las carnes y los pescados deben guardarse en la zona más fría de la nevera, que es el estante inferior.
- Comer en sitios de confianza. De todos los consejos para evitar la gastroenteritis, este es el más sencillo de seguir. Si la higiene de un establecimiento no parece la adecuada, no te arriesgues.
- Hervir el agua o esterilizarla. El agua contaminada es otro de los métodos por los que podemos enfermar. En caso de que tengamos dudas sobre la procedencia del agua, hervirla matará todos los posibles microorganismos dañinos.
- Evitar ratas o insectos en las zonas de despensa. La presencia de ciertos animales cerca de la comida puede ser un foco de infecciones. Por eso, hay que vigilar que no aparezcan y mantener el espacio de almacenamiento siempre limpio.
- Cerrar bien las zonas de basura. Para evitar atraer a intrusos indeseados, lo mejor es mantener la comida cerrada en recipientes o bolsas herméticas. Cuando los restos se tiren a la basura, hay que cuidar que la tapa del cubo esté bien cerrada para que no se escapen los malos olores.
- No compartir utensilios de cocina, comida o agua. Si una persona enferma usa los mismos objetos que otros, puede contagiarles. Es difícil detectar la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas, por lo que es mejor prevenir que curar. Así pues, hay que intentar que cada persona tenga sus cubiertos, su plato y su vaso.
- Si aparecen los síntomas, no tomar antibióticos. No todas las gastroenteritis son causadas por una bacteria. Como ya hemos dicho, algunas son por un virus o un parásito. Por eso, no hay que recurrir a los antibióticos porque podrían ser ineficaces e, incluso, contraproducentes.
En caso de que los síntomas nos afecten mucho y nos impidan seguir con nuestra vida diaria, lo único recomendable es tomar un medicamento específico para la diarrea o los vómitos. A ser posible, hay que evitar tomar medicación (salvo que el médico diga lo contrario, por supuesto) y dejar que la enfermedad se pase, bebiendo mucho líquido y guardando reposo.
En definitiva, la higiene y la buena conservación de los alimentos son los mejores consejos para evitar la gastroenteritis. Si enfermamos, hay que mantener siempre la hidratación e intentar comer alimentos ligeros poco a poco. Y, por supuesto, tener paciencia y descansar.